Whisky irlandés: La denominación del whisky irlandés en gaélico es «uisce beatha» que traducido significa ‘agua de vida’ y su denominación actual es «whisky». La preparación del whisky irlandés se elabora a partir del mosto obtenido de cereales. Esta mezcla se compone generalmente de cebada malteada y sin maltear procedente de centeno, avena y trigo. El procedimiento es similar a los whiskys escoceses. Tras la selección de los cereales, se realiza la mezcla propia de cada destilería; posteriormente se lavan y se remojan (hidratación) para someterlos a su germinación, proceso en que se transforma el almidón de los cereales en azúcares solubles. Seguidamente, se muelen los granos (excepto los que previamente tengan que ser malteados) y, tras realizar la infusión o empastaje, se procede a la fermentación del líquido obtenido durante aproximadamente 72 horas. Obtenido el vino, se realizan 3 destilaciones al cabo de las cuales se somete a envejecimiento en cubas de roble (antiguamente debían haber contenido vino de Jerez).